Textualmente.Con estas palabras se refería Vicente Álvarez Areces en los años 90 siendo alcalde de Gijón, no tardo en hacer bueno ese vaticinio pues nada más llegar al gobierno se apresuro a cumplir la profecía.
Nada bueno para el valle del Nalón y menos para “Langreo” pues con sus actuaciones nos esta enterrando. Miedo tengo que fragüe un genocidio en masa para exterminarnos con la central de ciclo combinado, que ya no dudo se va a instalar en la felguera.
“El” fue junto a Pedro de Silva quien diseño la guerra en los talleres de Barros, creyó cerrarlos con el apoyo implícito de los sindicatos, no les salio bien pues al margen de un partido de arrastraos (quien se mueva no sale en la foto). Se encontró la respuesta del pueblo, y la medida de “sitio” con centenares de policías desplazados y miles de millones gastados para someter a unos trabajadores no fueron suficientes.
Cuanto sufrimiento, dirigió hacia Langreo todos los vendedores de drogas, compro casas para alojarlos venidos de toda la región incluso reinsertados de Villabona llegaban con el cheque para comprar casa con terreno y vivir en un paraíso sin policía (ellos lo saben) que brilla por su ausencia, nos apalean, roban a nuestros mayores, ya ni en los parques hay sosiego, solo emplean la policía para reprimir a los trabajadores.
El delegado de gobierno “Señor” Trevin pide en las manifestaciones carné y detiene con métodos Hitlerianos, no se sabe donde nos va a llevar, esta gente que ya ensayaron con pistoleros a sueldo y cal viva, en sustitución de las cámaras de gas.
La gente que llego a la Felguera y se instalo adquiriendo una vivienda, se hipotecaron de por vida con trabajos en precario, ayudados por sus padres y abuelos, como les van a explicar que tienen que vivir el peligro de quemarse vivos, con la central de ciclo combinado (gas) que van a instalar.
Los puestos de trabajo que van a crear son nulos pues regularan de una central para otra y en la construcción, emplearan subcontratas que no hacen mas que generar esclavitud, con la implantación del salario del miedo.
